Perú ha logrado consolidar una cartera de proyectos renovables en preoperación que alcanzan los 23 GW —una cifra que evidencia su inmenso potencial para liderar la transición energética en América Latina. Sin embargo, ese avance se ve comprometido por una maraña burocrática y la falta de lineamientos claros que impiden que estos proyectos crucen la línea del ‘ready to build’. La voluntad existe, los recursos también, pero el camino normativo sigue siendo un laberinto.
La ausencia de un sistema transparente y ágil para otorgar licencias ambientales, permisos sociales y concesiones eléctricas introduce incertidumbre jurídica que ahuyenta nuevas inversiones. Desde el Estudio Rodrigo, Elías & Medrano destacan que esta situación pone en riesgo no solo la competitividad energética del país, sino también su compromiso con los objetivos climáticos y sociales. La urgencia de una reforma regulatoria no puede seguir relegándose si se aspira a consolidar una matriz energética limpia y resiliente.
¿Puede un país con tanto potencial renovable permitirse una parálisis burocrática justo en el momento que el mundo clama por soluciones energéticas sostenibles? Esta es una conversación clave para los que creemos que el desarrollo va de la mano con justicia social y regeneración ambiental. ¿Qué otras barreras están impidiendo que América Latina despegue en energías limpias? El diálogo está abierto.
