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julio 2025

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América Latina ha dado un paso determinante en su camino hacia la sostenibilidad energética al alcanzar una capacidad instalada de 2,5 GW en sistemas de almacenamiento de energía, con un 60% de este total correspondiente a tecnologías electroquímicas, según datos de OLADE. Este avance constituye un hito clave en el fortalecimiento de redes eléctricas resilientes y en la integración más eficiente de energías renovables intermitentes, como la solar y la eólica, a los sistemas nacionales de generación y distribución.

Esta evolución no solo refleja un aumento en la inversión tecnológica, sino también un cambio estructural en la visión energética de la región. Países como Chile, México y Brasil lideran la adopción e implementación de sistemas BESS (Battery Energy Storage Systems), apostando por tecnologías que, además de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, optimizan la gestión de la demanda y aportan beneficios directos en términos de seguridad energética y reducción de emisiones. Este desarrollo tecnológico también puede tener implicaciones positivas en la generación de empleo verde, la innovación y la inclusión social si se gestiona con una mirada integral de impacto.

El almacenamiento energético ya no es solo un componente técnico del sistema eléctrico; se vuelve un pilar estratégico en la planificación de una transición justa, resiliente y regenerativa. La pregunta que sigue es: ¿cómo puede nuestra región maximizar el impacto social y ambiental de esta transición tecnológica sin repetir los errores del pasado?

Fuente: https://www.energiaestrategica.com/america-latina-supera-los-1560-mw-de-capacidad-instalada-en-bess-cual-es-el-panorama-actual/

En medio de la creciente necesidad global de acelerar la transición energética, el anuncio de Iberdrola sobre la venta de 15 plantas eléctricas en México por 4,700 millones de dólares ha captado la atención de quienes seguimos de cerca los procesos de transformación energética y su impacto en el desarrollo sustentable. Aunque algunos interpretaron esta operación como el preámbulo de una retirada empresarial, Claudia Sheinbaum ha sido enfática al aclarar que Iberdrola no abandona el país y que, por el contrario, continúa sus inversiones bajo un nuevo enfoque.

Este movimiento debe leerse a la luz de una estrategia nacional que busca fortalecer el sistema energético no solo desde la seguridad y eficiencia, sino también desde el compromiso con el medio ambiente. Según Sheinbaum, el 46% del mercado eléctrico mexicano está abierto a la inversión privada, lo cual no solo desmiente narrativas de cierre de mercado, sino que también ofrece oportunidades claras con reglas definidas. Se espera habilitar 6,000 MW adicionales de capacidad energética, apostando por fuentes renovables como la solar y la eólica, con baja huella ambiental y gran potencial de generación de empleo local.

Este tipo de decisiones empresariales y políticas públicas nos invitan a reflexionar sobre cómo la economía, la tecnología y la regulación pueden (y deben) alinearse para avanzar hacia un futuro sustentable. ¿Puede una venta multimillonaria ser parte de una transición justa? ¿Qué rol deben jugar las empresas tecnológicas en este nuevo ecosistema energético? Abro el debate: ¿estamos presenciando una reconfiguración positiva del modelo energético, o apenas el inicio de nuevas tensiones?

Fuente: https://www.energiaestrategica.com/mexico-iberdrola-claudia-sheinbaum/

Perú ha logrado consolidar una cartera de proyectos renovables en preoperación que alcanzan los 23 GW —una cifra que evidencia su inmenso potencial para liderar la transición energética en América Latina. Sin embargo, ese avance se ve comprometido por una maraña burocrática y la falta de lineamientos claros que impiden que estos proyectos crucen la línea del ‘ready to build’. La voluntad existe, los recursos también, pero el camino normativo sigue siendo un laberinto.

La ausencia de un sistema transparente y ágil para otorgar licencias ambientales, permisos sociales y concesiones eléctricas introduce incertidumbre jurídica que ahuyenta nuevas inversiones. Desde el Estudio Rodrigo, Elías & Medrano destacan que esta situación pone en riesgo no solo la competitividad energética del país, sino también su compromiso con los objetivos climáticos y sociales. La urgencia de una reforma regulatoria no puede seguir relegándose si se aspira a consolidar una matriz energética limpia y resiliente.

¿Puede un país con tanto potencial renovable permitirse una parálisis burocrática justo en el momento que el mundo clama por soluciones energéticas sostenibles? Esta es una conversación clave para los que creemos que el desarrollo va de la mano con justicia social y regeneración ambiental. ¿Qué otras barreras están impidiendo que América Latina despegue en energías limpias? El diálogo está abierto.

Fuente: https://www.energiaestrategica.com/peru-alcanza-23-gw-en-preoperatividad-pero-los-permisos-y-la-falta-de-reglas-claras-ralentizan-el-ready-to-build/

Cuando hablamos de decisiones sostenibles, solemos pensar en energía, transporte o alimentación. Pero hay una cuestión íntimamente ligada a nuestro día a día que también merece atención: la ropa que elegimos vestir. La guía de Sustainably Chic plantea que, más allá del diseño o la marca, el contenido de las fibras textiles es un factor decisivo para reducir nuestro impacto ambiental. Escoger fibras naturales como algodón orgánico, lino, cáñamo, lana, seda o TENCEL™ no solo favorece procesos más limpios y biodegradables, sino que también apoya sistemas de producción menos dependientes del petróleo.

El problema con las fibras sintéticas como el poliéster, el nylon o el acrílico es doble: provienen de recursos fósiles y suelen liberar microplásticos con cada lavado, contribuyendo a la contaminación de ríos y océanos. Además, las mezclas de materiales —como algodón combinando con poliéster— dificultan enormemente el reciclaje de las prendas. Incluso materiales que suenan ecológicos, como el bambú, pueden esconder procesos industriales altamente contaminantes si no están bien certificados. Por eso, una compra verdaderamente consciente empieza leyendo etiquetas y formulando las preguntas adecuadas: ¿Qué hay detrás de esta tela? ¿De dónde viene y cómo fue procesada?

En Sustentia creemos que la tecnología debe potenciar decisiones informadas y responsables. Imaginar un sistema de trazabilidad basado en inteligencia artificial, que traduzca cada etiqueta en una historia sobre impacto y circularidad, no parece ciencia ficción: es una forma concreta de empoderar a personas consumidoras para que se conviertan en aliadas del cambio. ¿Qué tan sostenibles son las fibras de las prendas que usás todos los días? Abramos esa conversación.

Fuente: https://www.sustainably-chic.com/blog/how-to-shop-by-fabric-content

En un contexto global marcado por la urgencia climática y los retrocesos políticos en materia ambiental, el papel de las organizaciones sin fines de lucro y el mundo académico se vuelve cada vez más estratégico. En Estados Unidos, estos actores están tomando la delantera para preservar y fortalecer programas clave destinados a la medición de gases de efecto invernadero, a raíz del temor de que se repitan iniciativas como las que, durante la administración Trump, intentaron desmantelar las capacidades federales de seguimiento climático. Consciente de que sin métricas precisas no hay política ambiental posible, la comunidad técnica se organiza para que la información siga fluyendo, más allá de los vaivenes del poder.

Data Foundation, una ONG centrada en datos públicos, ha lanzado una iniciativa para recaudar fondos y coordinar una respuesta multisectorial que articule a especialistas, universidades y organizaciones de la sociedad civil. La meta: garantizar que los datos climáticos –cruciales para diseñar y evaluar estrategias de mitigación y adaptación– sigan siendo accesibles, transparentes y confiables. Estos registros son el pilar que sustenta decisiones regulatorias, auditorías de cumplimiento y compromisos internacionales como el Acuerdo de París. Pero también son el motor de la innovación cuando se aplican tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, a la protección del planeta.

Lo que está ocurriendo en EE. UU. refleja un cambio de paradigma: el liderazgo climático ya no está limitado a los gobiernos. Desde la sociedad civil se están generando redes de resiliencia institucional que permiten sostener y mejorar la infraestructura de conocimiento ambiental, clave para cualquier avance en sostenibilidad. Este fenómeno plantea una pregunta profunda y transformadora: ¿qué rol podemos jugar, desde cada rincón del ecosistema de impacto, para fortalecer la transparencia y la ciencia abierta al servicio del planeta? Abramos este debate juntos.

Fuente: https://www.technologyreview.com/2025/07/25/1120636/how-nonprofits-and-academia-are-stepping-up-to-salvage-us-climate-programs/

En el mundo de la biotecnología, pocas noticias han generado tanto debate como la aprobación y posterior controversia alrededor de Elevidys, una terapia génica inicialmente aclamada como un avance revolucionario contra la distrofia muscular de Duchenne (DMD). Esta enfermedad rara, que afecta principalmente a niños, hizo de Elevidys una esperanza tangible para muchas familias. Sin embargo, tras la aparición de reportes que vinculan el tratamiento con varias muertes, comienza a emerger una lectura más compleja, donde el entusiasmo por la innovación choca con la necesidad urgente de responsabilidad ética y rigor científico.

Lo que se ha revelado hasta ahora no solo interpela a las agencias reguladoras y a las farmacéuticas, sino que plantea una llamada de atención sobre cómo evaluamos el impacto de las tecnologías emergentes. En este caso, la administración prematura del tratamiento, los márgenes de eficacia cuestionables y, sobre todo, la falta de información clara sobre los efectos secundarios a largo plazo, abren un debate que va más allá de lo médico. Nos lleva a preguntarnos cómo incorporar verdaderos principios de sustentabilidad en estos desarrollos: no solo desde el beneficio sanitario, sino también evaluando su huella ambiental, su accesibilidad y su viabilidad a largo plazo.

El dilema de Elevidys expone la necesidad urgente de adoptar marcos de evaluación más transparentes y holísticos. En un momento en el que la inteligencia artificial y la biotecnología están trazando el camino del futuro, ¿estamos listos para exigir que estos avances no solo sean posibles, sino también justos, responsables y sostenibles? El debate recién comienza, y cobra cuerpo en cada decisión que tomamos como sociedad tecnológica.

Fuente: https://www.technologyreview.com/2025/07/25/1120621/deadly-saga-controversial-gene-therapy-elevidys/

En un contexto global donde la urgencia climática y los desafíos éticos vinculados a la inteligencia artificial exigen acción decidida, en Estados Unidos surgen señales preocupantes de retroceso. Ante la posibilidad de que se repitan políticas regresivas como las vistas en la administración Trump, organizaciones sin fines de lucro y sectores académicos están intensificando su rol como garantes del progreso. Estos actores están trabajando activamente para preservar programas cruciales que modernizan la medición de gases de efecto invernadero, un componente esencial para trazar rutas efectivas de mitigación del cambio climático.

Más allá del ámbito ambiental, también se encienden alarmas sobre el debilitamiento de marcos regulatorios en inteligencia artificial, justo cuando el desarrollo acelerado de esta tecnología demanda mayor vigilancia ética y transparencia. La tendencia a flexibilizar o eliminar protecciones establece un escenario riesgoso: avanzar tecnológicamente sin un verdadero compromiso con sus impactos sociales y ambientales puede limitar nuestro potencial transformador y aumentar las brechas de desigualdad y daño ecológico.

En Sustentia, creemos que la verdadera inteligencia no solo se mide en capacidad de cómputo, sino en la coherencia entre lo que diseñamos y el mundo que aspiramos construir. ¿Qué papel debería jugar la innovación frente a riesgos políticos y retrocesos regulatorios? ¿Cómo podemos, desde distintos sectores, blindar los avances que tanto ha costado lograr?

Fuente: https://www.technologyreview.com/2025/07/25/1120667/the-download-saving-the-us-climate-programs-and-americas-ai-protections-are-under-threat/

Uruguay ha sido un referente regional en la transición hacia una matriz energética limpia, donde las energías renovables representan más del 90% de la generación. Sin embargo, esa posición de liderazgo podría verse comprometida si no se toman decisiones estratégicas a tiempo. Ante la inminencia del vencimiento de varios contratos PPA firmados hace más de una década, la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica (AUGPEE) ha elevado su voz, pidiendo señales claras del gobierno sobre nuevas licitaciones y políticas que aseguren la expansión del sistema eléctrico de forma sostenida y sustentable.

Más allá de los aspectos técnicos y económicos, lo que está en juego es la oportunidad de consolidar un modelo energético que no solo sea eficiente, sino también regenerativo y socialmente justo. El uso de inteligencia artificial y tecnologías emergentes en la gestión energética puede jugar un rol fundamental en maximizar la eficiencia de las inversiones existentes, integrando nuevas fuentes renovables y garantizando una distribución equitativa de sus beneficios. Pero para eso, es indispensable contar con marcos regulatorios estables y una planificación a largo plazo que aliente la inversión sustentable.

Esta discusión va mucho más allá del sector energético: habla de cómo elegimos consolidar el futuro de nuestras sociedades. La energía, como motor de desarrollo, debe estar alineada con los principios de triple impacto. Es urgente preguntarnos cómo podemos asegurar que las decisiones que tomamos hoy estén orientadas no solo a resolver desafíos inmediatos, sino a construir un mañana resiliente. ¿Qué oportunidades estamos dejando pasar si no actuamos a tiempo?

Fuente: https://www.energiaestrategica.com/generadores-privados-de-uruguay-aguardan-por-senales-de-gobierno-sobre-licitaciones-y-expansion-del-sistema/

Mientras la demanda energética de México crece a ritmo acelerado, la inversión en energías limpias parece ir a contracorriente. En ausencia de subastas de largo plazo y de un marco regulatorio estable, el avance hacia un modelo energético sostenible se ve seriamente comprometido. Distintas voces del sector, como la de Usue Abad Contreras, advierten sobre la necesidad urgente de reactivar estos mecanismos para garantizar una transición energética robusta y alineada con los compromisos climáticos globales.

México cuenta con un potencial extraordinario en recursos solares, eólicos e hídricos, pero sin una infraestructura legal y financiera que permita desarrollarlos, ese potencial se convierte en una oportunidad desperdiciada. Herramientas como los Contratos Mixtos, APPs o esquemas de financiamiento innovadores podrían ser clave para canalizar inversiones privadas y permitir al Estado coparticipar del impulso renovable. La posibilidad de integrar la inteligencia artificial en la gestión energética añade otra capa de eficiencia y trazabilidad, pero requiere del soporte institucional para escalar.

Más allá de una cuestión energética, el desafío es estratégico y multidimensional: está en juego no solo la seguridad energética del país, sino su capacidad de trazar un camino propio hacia el desarrollo sostenible. ¿Qué rol puede jugar la colaboración entre sector público, privado y sociedad civil para desencadenar soluciones reales? Nos interesa escuchar tu mirada.

Fuente: https://www.energiaestrategica.com/sin-subastas-ni-reglas-claras-mexico-frena-la-inversion-renovable-y-limita-su-capacidad-para-cubrir-la-demanda/

La propuesta energética del candidato chileno Johannes Káiser, representante del Partido Nacional Libertario, ha encendido un debate relevante no solo para Chile, sino para toda la región: ¿cómo equilibrar eficiencia económica, desarrollo tecnológico y sustentabilidad ambiental? Su plan apuesta por una liberalización del mercado eléctrico, permitiendo contratos privados directos entre generadores y consumidores, lo que promete dinamizar inversiones y disminuir tarifas finales. Según su asesor, Miguel Iglesias, eliminar trabas regulatorias es clave para destrabar proyectos actualmente paralizados por la burocracia estatal.

Más allá del enfoque económico, resulta significativo que las energías renovables estén en el centro de su estrategia. Se plantea que éstas no solo son instrumentos para una transición energética, sino también pilares potenciales de crecimiento económico y seguridad nacional. Sin embargo, al desregular ciertos aspectos del sistema, cabe preguntarse si se corre el riesgo de priorizar eficiencia de mercado por sobre criterios sociales y ambientales.

Este enfoque genera una reflexión profunda sobre el tipo de desarrollo que queremos construir. ¿Podemos confiar en que la autorregulación del mercado contará con incentivos suficientes para fomentar modelos energéticos realmente sustentables? ¿Qué rol juega la ciudadanía y la innovación tecnológica en este nuevo juego energético? El desafío está abierto: avanzar hacia una matriz energética limpia, accesible y justa. ¿Cuál creen ustedes que debe ser el principio estructurante de una estrategia energética en pleno siglo XXI?

Fuente: https://www.energiaestrategica.com/propuesta-electoral-johannes-kaiser-enfoca-su-plan-energetico-de-gobierno-en-destrabar-proyectos-y-bajar-tarifas/